Si tienes uno en propiedad, cada invierno te preguntarás sobre el esquilado de caballos: ¿debo hacérselo al mío?
Pues la respuesta es SÍ. Sí, si trabajas a diario con él, o varios días a la semana. Y a continuación te contamos el por qué, cómo y cuándo hacerlo.
El modo de vida de los caballos ha cambiado y ha evolucionado, convirtiéndose en verdaderos deportistas. Y aunque no parezca natural cortarles el pelo si se trabaja mucho con ellos, es una necesidad.
El pelaje de un caballo de forma natural, cambia dos veces al año. En verano se vuelve más corto y fino para poder resistir así las altas temperaturas, y en invierno se convierte en un pelaje grueso y denso, para poder soportar el duro frío.
Así que pasamos a resolver la primera pregunta…
¿POR QUÉ ESQUILAR A UN CABALLO?
En primer lugar, cuando entrenamos varios días a la semana, lo que nos aporta el esquilado de caballos en las temporadas de invierno es evitar al nuestro un resfriado. Principalmente ayudará a que sude lo menos posible o incluso en algunos casos ni llegue a sudar.
También ayudará a que se seque mucho más rápido, ya que con poco pelo o con el pelo muy corto hace que el proceso de secado sea más rápido, evitando que baje la temperatura en exceso y los posibles resfriados, ya que el pelo largo mantiene la humedad mucho más tiempo.
Además, con el exceso de humedad en el ambiente por el invierno en el box y en el paddock, el que nuestro caballo esté esquilado ayudará a evitar los hongos, en la mayoría de los casos arestines (enfermedad del barro), que se suele llamar.
¿CUÁNDO ES EL MEJOR MOMENTO PARA EL ESQUILADO DE CABALLOS?
Independientemente de la zona geográfica donde vivamos y el clima que podamos encontrar en cada una de estas zonas, la mejor época para esquilar a tu caballo suele ser entre septiembre y diciembre para la primera ronda/ o primera esquilada, así de esta forma tenemos más tiempo para realizar una segunda a lo largo del invierno.
Aunque antes del esquilado hay que tener preparada una buena manta gruesa de invierno que les mantenga bien calentitos. Pero también se les podría poner durante el día una manta de verano y por la noche cambiar a la de invierno, pero todo eso dependerá siempre del clima de la zona y de la temperatura que haya en los boxes.
FORMAS DE ESQUILAR A UN CABALLO
Hay muchas formas diferentes de esquilado de caballos, y cada una de ellas dependerá de la intensidad y frecuencia que cada caballo realice:
- ESQUILADO DEL CUELLO Y PECHO: Este esquilado es ideal para caballos que vivan fuera, y realicen un trabajo ligero.
- ESQUILADO DE IRLANDÉS: Se esquila desde la cresta hasta el vientre. Este esquilado también prevalece mucho para los caballos que realicen un trabajo bastante ligero.
- ESQUILADO DE ENGANCHE: Aquí se esquila el vientre y la parte inferior del cuello, adaptado para caballos con un trabajo ya moderado.
- ESQUILADO DE MANTA: Esquilamos el vientre y todo el cuello, también perfecto para caballos con un trabajo moderado.
- ESQUILADO DE CAZA: En este caso esquilamos todo excepto las patas y la zona de la silla, adaptado ya a un caballo con un trabajo intenso.
- ESQUILADO ENTERO: Como bien su nombre indica, se esquila todo el cuerpo, adaptado a caballos de competición y/o exhibición.
Ya sabes por qué se debe realizar el esquilado de caballos. Si en tu caso no es posible hacerlo porque no tienes acceso a los medios necesarios, en Zaragoza Hípica te ayudamos. Incluso disponemos de un servicio de pupilaje de caballos con el que los cuidamos y mimamos. Contacta con nuestro equipo; estaremos encantados de recibirte.