Transportar un caballo es mover una carga muy especial. Estos animales, sensibles y de gran tamaño, necesitan cuidados específicos durante el traslado para garantizar su bienestar y seguridad. Ya sea para acudir a una competición, cambiar de finca, llevarlo al veterinario o incluso para disfrutar de unas vacaciones con tu compañero equino, el transporte debe hacerse con responsabilidad y preparación.
En este artículo te contamos qué se necesita para transportar caballos de forma segura y legal, cuánto tiempo pueden viajar, dónde se llevan habitualmente y cómo se llama el vehículo que se utiliza para el transporte de caballos. Si alguna vez te has planteado mover a tu caballo o tienes curiosidad sobre el tema, sigue leyendo.
¿Cuántas horas puede viajar un caballo en remolque?
Una de las dudas más frecuentes que te puede surgir si te acabas de iniciar en el mundo ecuestre es cuántas horas puede viajar un caballo sin poner en riesgo su salud. Aunque no hay una cifra exacta que aplique para todos los casos, sí existen recomendaciones generales basadas en el bienestar animal.
Los caballos pueden viajar en remolque durante varias horas, pero lo ideal es no superar las 8 horas seguidas de trayecto sin realizar una pausa. En viajes largos, se recomienda hacer paradas cada 4 o 5 horas para que los caballos descansen, se hidraten y, si es posible, bajen un rato del remolque. Estas pausas son fundamentales para prevenir el estrés, la fatiga muscular y posibles problemas digestivos como los cólicos.
Además, hay que tener en cuenta que el transporte en sí puede generar ansiedad en algunos caballos, sobre todo si no están acostumbrados. Por eso, también es aconsejable realizar viajes de prueba antes de trayectos largos, para que el animal se familiarice con el proceso.
En trayectos internacionales o especialmente prolongados, las normativas de bienestar animal obligan a realizar descansos más largos e incluso cambios de vehículo con boxes habilitados para que los caballos puedan comer, beber y relajarse de forma adecuada.
Así que si tienes un viaje largo en mente, no solo pienses en el destino. Planifica bien las paradas, asegúrate de que tu caballo viaje cómodo, y si tienes dudas, consulta siempre con un profesional o con tu veterinario de confianza.
¿Dónde se llevan a los caballos?
Los caballos pueden se pueden transportar a múltiples destinos, dependiendo de la actividad que realicen o de la necesidad puntual del propietario. Aquí te dejamos los lugares más habituales a los que se suelen trasladar:
- Centros hípicos o escuelas de equitación: para asistir a clases, entrenamientos o clínicas con profesionales.
- Competiciones ecuestres: como concursos de salto, doma clásica, raid o exhibiciones.
- Ferias o eventos ganaderos: donde los caballos participan en muestras, ventas o desfiles.
- Veterinarios especializados o hospitales equinos: cuando requieren tratamientos específicos, intervenciones o revisiones periódicas.
- Nuevas fincas o establos: en caso de compra, venta o mudanza del animal.
- Rutas y excursiones: en ocasiones, los caballos se trasladan a zonas de montaña, playa o caminos rurales para disfrutar de rutas a caballo en plena naturaleza.
Independiente al destino, lo importante es que el lugar cuente con instalaciones adecuadas para la recepción del caballo. Si vas a un centro nuevo, asegúrate de que tengan boxes limpios, agua disponible y un entorno tranquilo donde tu caballo pueda recuperarse del viaje.
En Zaragoza Hípica, por ejemplo, contamos con instalaciones cómodas y seguras para recibir caballos visitantes, ya sea por un día o por una temporada. Si necesitas trasladar tu caballo y estás buscando un lugar donde alojarlo con tranquilidad, no dudes en contactarnos.
¿Cómo se llama dónde se trasladan los caballos?
La estructura en la que se trasladan los caballos se conoce como remolque para caballos o van de caballos, aunque también pueden transportarse en camiones adaptados para este fin.
Dependiendo del número de caballos, la distancia del viaje y el tipo de vía, se puede optar por diferentes tipos de transporte:
- Remolques de 1 o 2 plazas: son los más habituales entre jinetes particulares. Se enganchan a un vehículo adecuado y cuentan con espacio ventilado, antideslizante y seguro para el animal.
- Vans con cabina: son furgonetas especialmente diseñadas para el transporte de caballos. Ofrecen una conducción más estable y permiten que el conductor viaje junto al animal sin necesidad de remolque.
- Camiones de transporte equino: utilizados por clubes, yeguadas o equipos de competición, tienen capacidad para varios caballos y suelen contar con zonas de descanso, cámaras de vigilancia y sistemas avanzados de ventilación.
Todos estos vehículos deben cumplir con una serie de requisitos legales y técnicos: ventilación adecuada, separación entre caballos, suelos antideslizantes, rampas de acceso, y en muchos casos, la presencia de separadores acolchados.
Además, el conductor debe contar con experiencia y, en trayectos largos o profesionales, se necesita una autorización de transporte animal, conforme a las normativas de bienestar animal vigentes en la Unión Europea.
El bienestar del caballo comienza en el momento en que sube al vehículo. Por eso, es fundamental elegir un remolque en buen estado, que esté limpio, bien aireado y que no genere traqueteos excesivos durante el trayecto.
Y no olvides llevar contigo la documentación del caballo, su pasaporte equino, y en algunos casos certificados sanitarios si el transporte es interprovincial o internacional.
En Zaragoza Hípica no solo nos apasionan los caballos, también nos preocupamos por su bienestar en cada etapa. Si necesitas orientación sobre el transporte de tu caballo, estás buscando un lugar para alojarlo tras el viaje, o quieres conocer nuestras instalaciones, y nuestros cursos de equitación, entre otros servicios, estaremos encantados de ayudarte.
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