Si amas los caballos, y la equitación, este artículo te va a gustar.
Hoy, en nuestro blog, te contamos cómo cuidar a un caballo en invierno.

Eso sí, a rasgos generales porque lo ideal es diseñar un cuidado personalizado para cada caballo. Que conste de los mejores cuidados según sean sus necesidades. Así es como lo hacemos en Hípica Zaragoza en nuestra área de pupilaje, donde nuestro objetivo es asegurar a los animales la mejor calidad de vida. Y aclarado este punto, vamos a verlo.

Cuidados básicos de un caballo en invierno

Los cuidados de un caballo en invierno son esenciales para hacer que se sientan cómodos y para que estén sanos a lo largo de los meses más fríos del año. Y se tienen que diseñar en función de las necesidades del caballo y también del clima, porque dentro del clima frío puede haber zonas con muchas heladas, o zonas en las que a pesar del frío, este sea más llevadero y menos fuerte.

Vamos a ver qué hay que tener en cuenta.

Alimentación adecuada

Con el frío, los caballos requieren más energía para mantener su temperatura corporal. El forraje (heno) es fundamental, ya que su digestión genera calor, ayudando al caballo a mantenerse caliente. Una dieta rica en fibra y heno es esencial durante esta temporada. De hecho, el heno de buena calidad debería constituir la mayor parte de su dieta en invierno. Y además:

  • Complementos alimenticios: consulta con un veterinario la posibilidad de añadir suplementos para fortalecer el sistema inmunológico del caballo, como vitaminas y minerales.
  • Agua: es importante mantener el agua limpia y evitar que se congele, asegurando que el caballo mantenga su ingesta de agua, ya que el frío puede hacer que los caballos beban menos y se deshidraten.

Refugio y protección

Un buen refugio es fundamental para proteger a los caballos de las bajas temperaturas, la lluvia y el viento. Si bien los caballos toleran el frío mejor que el calor, la humedad y el viento pueden ser incómodos e incluso perjudiciales para su salud. Un refugio básico debe tener:

  • Buena ventilación: evitar que se acumulen olores y humedad, que pueden propiciar problemas respiratorios.
  • Aislamiento de viento y lluvia: asegúrate de que el refugio esté diseñado para cortar el viento y proteger de las precipitaciones.

Si el caballo está la mayor parte del tiempo en el exterior, una manta puede ayudarlo a mantenerse caliente en días de mucho frío o lluvia, pero asegúrate de que esté seca y bien ajustada para evitar rozaduras o incomodidad.

Cuidados del pelaje

Durante el invierno, el pelaje de los caballos se adapta al clima, volviéndose más grueso y denso. Es importante cepillar al caballo con regularidad para mantener su pelaje en buen estado y evitar que la suciedad y el barro se acumulen.

El cepillado ayuda a eliminar el polvo y estimula la circulación sanguínea, lo cual es esencial para mantener el calor corporal. También es recomendable:

  • Revisar la piel: inspecciona cualquier signo de irritación o heridas, especialmente si usa manta, ya que la fricción podría causar problemas en la piel.
  • Evitar ducharlo: si es necesario lavar al caballo, asegúrate de que el ambiente sea cálido y que el pelaje se seque completamente para evitar que el animal sienta frío.

Ejercicio y actividad

En invierno hay que adaptar el ejercicio a las necesidades y condiciones de cada día:

  • Ejercicio regular: el movimiento ayuda a mejorar la circulación y mantener la temperatura corporal. Incluso en invierno, es recomendable que el caballo tenga acceso a una pista o pradera donde pueda moverse.
  • Precauciones en terrenos húmedos o helados: los terrenos resbaladizos pueden ser peligrosos, por lo que es importante verificar el área antes de dejar al caballo en libertad.

La actividad física regular también ayuda a mantener la masa muscular y prevenir el aumento de peso, que puede ser común en algunos caballos durante el invierno debido a la menor actividad física.

cuidar a un caballo en invierno

¿Cómo saber si un caballo tiene frío?

A pesar de su capacidad para resistir el frío, los caballos también pueden sentirse incómodos con temperaturas extremas. Y esto hace que sea esencial aprender a reconocer los signos de frío en un caballo para proporcionarle el cuidado adecuado cuando lo necesite.

Señales de que un caballo tiene frío

  • Temblor: que ocurre cuando el caballo intenta generar calor mediante la contracción de los músculos.
  • Postura encorvada: un caballo que tiene frío puede adoptar una postura encorvada, con la cabeza baja y la cola pegada al cuerpo, para intentar conservar el calor.
  • Orejas y piel fría al tacto: las orejas y el hocico son áreas sensibles a la temperatura. Si notas que estas partes están frías al tacto, es probable que el caballo esté experimentando frío.
  • Disminución de la actividad: un caballo que está inusualmente apático o menos activo puede estar evitando moverse para conservar calor, o bien, estar demasiado incómodo para moverse con normalidad.

Cómo ayudar a un caballo que tiene frío

Si notas que tu caballo tiene frío, aquí te dejamos algunos pasos que puedes poner en práctica para ayudarle a entrar en calor:

  • Ponerle una manta adecuada: aunque el pelaje del caballo suele ser suficiente, una manta adecuada para la temperatura y condiciones del entorno puede ayudar en momentos de frío extremo.
  • Refugio y abrigo: asegúrate de que tenga acceso a un refugio seco y protegido del viento y la lluvia. En situaciones de clima particularmente severo, considerar resguardarlo en una cuadra durante la noche puede ser beneficioso.
  • Proveer más heno: ofrecer heno adicional ayuda a generar calor, ya que la digestión de la fibra en el estómago produce calor corporal.

Opta por un servicio de pupilaje de caballos

Para que tengas la garantía de que tu caballo recibe los cuidados que requiere, lo mejor es que optes por un servicio de pupilaje de caballos como el nuestro.

Este servicio está diseñado para cuidar a los caballos en ambiente seguro, cómodo y adecuado para su bienestar integral. E incluye cuidados personalizados y un entorno donde los caballos están en óptimas condiciones físicas y emocionales, independientemente de la temporada.

Por ejemplo, en el caso de Hípica Zaragoza, contamos con instalaciones modernas y adecuadas que incluyen boxes espaciosos y bien ventilados, así como áreas para el descanso, ejercicio y socialización, de manera que los caballos tengan un espacio seguro y agradable.

Además, nuestro equipo supervisa de manera continua a cada caballo, atendiendo a sus necesidades alimenticias, de ejercicio y de salud en coordinación con veterinarios y profesionales de confianza. Todo ello complementado con un plan de alimentación adaptado a las necesidades específicas de cada caballo, con acceso a forrajes de alta calidad. Y, si es necesario, complementos alimenticios.

Nuestra misión es que los dueños o dueñas de los caballos cuenten con un servicio de atención de confianza, y que asegura la comodidad y salud de sus animales, mientras disfrutan de un entorno natural y profesional.

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¿Quieres más información, o necesitas asesoramiento? Contacta con nuestro equipo y ven a conocer Hípica Zaragoza y todos los servicios que ponemos a tu alcance y a la de tu caballo.

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